
Los comunistas tienen algo que llaman “centralismo democrático” que no es más que un eufemismo para ocultar los verticalazos que vienen de la dirección o del DICTADOR de turno.
El Partido Colorado Batllista no es comunista, por lo cual no puede tener las costumbres cuartelarias que tienen los comunistas y fascistas.
No podemos tener ni un Stalin ni un Hitler que les dicte a todos lo que él quiere, con el nombrecito de “disciplina partidaria”, el mismo nombrecito que usa el frente tupacomunista para alinear a los díscolos.
Ya nos hemos desembarazado del par de alcahuetes de los comunistas que decían que eran colorados pero terminaron yéndose con sus amigos totalitarios y vendepatrias.
Todavía queda algún fascista que está calladito porque el mujicato le dio un carguito.
Ya la ciudadanía colorada y batllista lo ha castigado no reeligiéndolo, y ni aquellos a los que les lustró las botas lo acompañaron. Deberá irse a algún partidito fascista y golpista, más acorde con su manera de pensar.
Nuestro Partido no necesita un Fuhrer sino un líder auténticamente demócrata y batllista que aliado con todos los demócratas no-frenteamplistas nos saque de encima al frente tupacomunista.
POR UN PARTIDO COLORADO AUTÉNTICAMENTE DEMÓCRATA Y BATLLISTA, SIN ALCAHUETES DE LOS COMUNISTAS NI DE LOS MILITARES GOLPISTAS.